7.6.08

Abel Sierra Madero

Hoy, solo con resistir no basta, hay que producir cultura. Tenemos que diseñar nuestros propios modelos, siendo más auténticos, más sagaces y menos contemplativos

por
Abel Sierra Madero

Voy a hablarles de un libro que ya no es mío —lo dije cuando vio la luz pública hace ya algunos meses— de un libro que tiene que recorrer como yo, sus propios caminos y vivir su propia historia. Les voy a hablar en calidad de
médium, de crítico si se prefiere, como si hiciera una reseña en este día en que Del otro lado del espejo… recibe un premio de una institución de la envergadura y el prestigio de la Fundación Fernando Ortiz, de la cual, por suerte, formo parte.

Este es un libro que habla de la nación cubana, no desde una perspectiva babilónica, u oportunista como otros han intentado ya. No es un libro escrito bajo la pulsión de la moda o ánimos de rebeldía ingenua. Es un libro que ha transitado por dolorosos y largos años de investigación y escritura antes de entrar a una morosa imprenta hispánica.
Del otro lado del espejo… carga sobre sus páginas el compromiso con Cuba y con su gente, con los parias y los execrados.

Tampoco es un libro sobre homosexualidades y homoerotismos, esos son solo sus contornos y pretextos más visibles. Este es un libro sobre ideología y conciencia de género, que anima impúdica y abiertamente, a romper todos los espejos de la hegemonía y los prejuicios. Un libro que recorrerá sus propios caminos y que me enseñó a dar voz a los silencios, a pensar lo cubano con otros lentes, a entrenar la mirada, a decodificar la cultura y a desconfiar de lo que nos viene del Norte en una seductora envoltura; un libro que se niega al
New Age de la colonización cultural y a ser cómplice de la tolerancia y los ghettos.

Del otro lado del espejo es un texto de este tiempo, le ha tocado vivir en un mundo violento, insípido y recalentado. El DVD pasó de moda sin envejecer en el mercado y sin que muchos llegaran a usarlo; el porno, el reality show y la pantalla plana de Sony se venden como pan caliente. Lo audiovisual gobierna, y los gigabytes otorgan status y poder. Vemos el American way of life, convertido en transmisor hacia donde los pueblos del Tercer Mundo orientan sus antenas culturales. Las transnacionales, a través de máquinas y satélites, construyen sujetos modélicos colonizados a golpe de paradigmas inalcanzables.

Al tiempo que las bombas caen en Bagdad o Afganistán, Calvin Klein anuncia por Internet un calzoncillo para hombres sexys, la Ford su modelo del año y Yahoo promueve a Shakira y a Ricky Martin. Miles de muchachas intentan competir con
Barbie que las deja bulímicas o anoréxicas, mientras Viagra provoca infartos a vejetes conquistadores.

Estamos presenciando la consolidación de un orden global cada vez más excluyente y competitivo, donde las identidades locales están en estado de emergencia y donde puede percibirse una nueva sensibilidad humana, donde el amor y las pasiones los fabrican las telenovelas, HBO,
Playboy y los best seller. Hoy, solo con resistir no basta, hay que producir cultura, tenemos que hacer nuestra propia ciencia y nuestra propia teoría social, tenemos que diseñar nuestros propios modelos, siendo más auténticos, más sagaces y menos contemplativos.

Agradezco profundamente a la Fundación Fernando Ortiz por atravesar conmigo este espejo y acompañarme de este lado, solo espero en algún momento de mi vida, haberlo merecido.


Palabras del investigador cubano Abel Sierra Madero al serle conferido el Premio Catauro que otorga la Fundación Fernando Ortiz, por su libro Del otro lado del espejo. La sexualidad en la construcción de la nación cubana, Premio Casa de las Américas 2006.
Más sobre Abel Sierra Madero en La Ventana:

Algunas claves para atravesar el espejo
Entrevista al investigador cubano Abel Sierra Madero


En manos de los lectores premios Casa 2006

Los otros hablan desde el espejo
Entrevista a Abel Sierra Madero


La alegría cubana
Opinan ganadores del Premio Casa de las Américas 2006



20.5.08

"Crear en Nueva York"


Ph.D. Program in Hispanic and Luso-Brazilian Literatures and Languages

The Graduate Center

The City University of New York

365 Fifth Avenue

New York, NY 10016-4309

The Ph.D. Program in Hispanic and Luso-Brazilian

Literatures and Languages


Cordially invites you to attend the following Alumni Annual lecture:

"Crear en Nueva York"

with the participation of

Professor Rafael Corbalán

Professor José Osorio

Professor Alister Ramírez

Professor Sonia Rivera-Valdés

Professor Carmen Valle

Date: Friday, May 9, 2008

Time: 6:00 p.m. – 9:00 p.m.

Place: The Graduate Center - CUNY

365 Fifth Avenue

Room 9206/9207

Fragmentos de la memoria en periódico Claridad


Fragmentos de la memoria
Entrevista
Cristina Álvarez Vázquez
Puerto Rico • 1 al 7 de mayo de 2008

Fragmentos de la memoria: Recuerdos de una experiencia carcelaria (1975-1980), así se titula el libro de la ex prisionera política argentina, Margarita Drago, quien visitó la Isla promocionando su libro y hablando de sus experiencias. Experiencias dolorosas pero de las cuales aprendió. “Salí de la cárcel en el 1980 con la intención de denunciar lo ocurrido, y participé en foros internacionales, pero no es hasta los años 90’ que tomé la decisión de escribir”, mencionó Drago. En el libro aparecen todas las experiencias y anécdotas que vivió en las dos cárceles en las cuales estuvo presa. El libro se ha presentado en Barnes & Nobles de la ciudad de Nueva York, en el Museo de la Memoria en Argentina, en Mendoza en Argentina, en tertulias y talleres. Margarita Drago era maestra de una escuela elemental al momento de su detención. Formaba parte de organizaciones que luchaban por los derechos iguales de todos los seres humanos, por la justicia y por una buena educación para todos. Ésas fueron las razones por las cuales fue detenida. Estuvo presa en la cárcel de la Alcaidía de Mujeres de Rosario y en la Cárcel de Villa Devoto, la cárcel más grande de América Latina. En una tenía más libertades que en otra, pero la realidad es que ambas eran dos infiernos. Estas cárceles eran las que se les presentaban a las organizaciones mundiales para demostrar que no existían torturas y que todo era normal durante la época de la dictadura militar en Argentina. Lo que no se decía era que aparte de esas cárceles habían cárceles clandestinas donde guardaban a otras personas, a las cuales se llevaba el gran número de desaparecidos. El número de desaparecidos(as) y prisioneros(as) políticos(as) en Argentina llegó a ser de 30,000 personas.

En esas otras cárceles clandestinas las torturas eran aún mayores y en ocasiones podían hasta matar a los desaparecidos y nadie se enteraba. En las cárceles donde estuvo Margarita, ella fue testigo de cómo trasladaban a algunas prisioneras a estas otras cárceles por un periodo de varios meses.

En la cárcel de la Alcaidía de mujeres del Rosario ella junto a sus compañeras armaron una imprenta utilizando cajetillas de cigarrillos y otros instrumentos que por temor y por obligación tenían que esconder en el ano y la vagina. Era tanta la represión en las cárceles que si encontraban a alguien cantando o haciendo ejercicio la enviaban al calabozo por un periodo entre 15 días a un mes.

El país vivía enajenado de lo que ocurría, como la economía estaba subiendo y los medios de comunicación estaban controlados, la historia oficial no llegaba a las masas. Los familiares de los encarcelados o desaparecidos también vivían una pesadilla, pues a ellos los amenazaban, los vigilaban o los mataban. Ése fue el caso de varias de sus compañeros, mientras estuvieron presas. sus compañeros o esposos fueron asesinados. La dictadura contaba con un plan de exterminio moral y psicológico.

No es hasta la década del ‘90 que se comienza a denunciar la situación ocurrida. Se comienzan a escribir libros, a inaugurar museos y a involucrarse la gente. “El golpe de los chicos”, escrito por Graciela Montes fue uno de los libros que se escribió para niños acerca de la dictadura militar. Se inauguró el Museo de la Memoria del Rosario y se comenzaron a dar talleres a los maestros para que se instruyeran.

Es a finales de los años ‘80 cuando Margarita Drago decide escribir un libro que recreara sus memorias, formaba parte de una clase del escritor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez en Nueva York. Incluso, fue él quien le sugirió el título del libro.
Margarita Drago salió de la prisión en el 1980 y para ese tiempo todavía quedaban muchas compañeras presas, las últimas que se liberaron fueron en el 1983. Se le daba la libertad con la condición de ser exiliadon, países de Latinoamérica y Europa le ofrecieron visas, pero fue enviada a los Estados Unidos, el país en el que menos ella deseaba vivir, ya que ese país había sido el aliado de Argentina para dar el golpe militar. Fue trasladada a Oakland, donde fue recibida por mujeres de distintas partes de Latinoamérica y por una Iglesia Católica que se hizo cargo de ella durante los meses que permaneció allí.

En enero de 1981 parte para Nueva York para formar parte de un periódico llamado “Denuncia” donde conoció a cubanos, puertorriqueños y otros latinoamericanos. “En ese momento comprendí la solidaridad que debe de existir entre los países latinoamericanos”, señaló Margarita. En el 1984 es que logra visitar a su Argentina y no es hasta el 2007 que vuelve a pisar suelo argentino. Durante todos los años que ha estado viviendo en Nueva York, Drago ha completado bachillerato, maestría y doctorado. En la actualidad es profesora de literatura, español y educación bilingüe en York College, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Es vice presidenta de la organización Latino Ground Tables que trabaja a favor de la cultura popular.

En sus planes futuros se encuentra la publicación de un libro en el cual hablará de su regreso a la Argentina y de las vivencias de los que sufrieron el encarcelamiento desde afuera de la cárcel. Pero para ella, lo más importante, es seguir enseñando, no sólo enseñar, si no educar para tomar conciencia.